Yo, amor, he aprendido a coser con tu nombre, voy juntando mis días, mis minutos, mis horas con tu hilo de letras.
Si es una chica de tipazo despampanante, pero tiene un carácter inaguantable, insufrible, arreglado estás. Si fuma con mucho estilo y baila como un trompo, pero no sabe coser un botón ni hacer una tortilla, arreglado estás. El día que te cases, ¿qué vas a hacer?
En el Nuevo Testamento hay únicamente instintos malos, no existe siquiera valor para ellos. Todo en él es cobardía, todo es cerrar los ojos y engañarse a sí mismo.
CuaNdo no se quiere ver no hay más que cerrar los ojos, pero no es bueno a mi antojo ser ciego por voluntad, castiga más la verdad en rancho que usa cerrojo.