Se puede estar convencido de querer algo -quizá durante años-, si se sabe que el deseo es irrealizable. Pero si de pronto se encuentra uno ante la posibilidad de que ese deseo ideal se convierta en realidad, sólo se desea una cosa: no haberlo deseado.
Estoy convencido que la primera prueba de un gran hombre consiste en la humildad.
Cuando oigo decir que un hombre tiene el hábito de la lectura, estoy predispuesto a pensar bien de él