Los asesinos en serie, sean o no sádicos sexuales, son muy astutos y planean ampliamente sus crímenes. La mutilación posmórtem no significa de modo necesario que exista un componente sexual ni sádico. Algunos lo hacen simplemente para deshacerse con más facilidad del cadáver.
El creer que la naturaleza es inagotable constituye un error ampliamente difundido.