No nos hagamos ilusiones con el cielo que el cielo no da asidero a la esperanza. El cielo es un señuelo para los tontos, y una justificación descarada para el crimen de traer hijos a este mundo. Nadie va para el cielo. Todos vamos hacia la muerte y sus gusanos
La inviolabilidad de los derechos se basa no en alguna mística pero manifiesta ley de la naturaleza, (sino) últimamente (aunque escandalizará a muchas personas oír esto) en consideraciones utilitarias.
Amistad, Mi definición se basa en dos cosas. Respeto y confianza. Ambos elementos tienen que estar allí. Y tiene que ser mutuos. Usted puede tener respeto por alguien, pero si no tienes confianza, la amistad se desmorona.
¡Qué chasco, amigo mío, si los que venimos a ofrecer todo nuestro entusiasmo, nuestra misma vida por derribar a un miserable asesino, resultásemos los obreros de un enorme pedestal donde pudieran levantarse cien o doscientos mil monstruos de la misma especie! ¡Pueblo sin ideales, pueblo de tiranos! ¡Lástima de sangre!
La Ciencia es el pedestal de la verdad, el Arte el de la belleza
Y aunque lográramos éxitos inmensos en nuestro trabajo, no tendríamos ningún fundamento para volvernos engreídos y presuntuosos.
El fundamento único de la sociedad civil es la moral.
Podrá nublarse el sol eternamente, podrá secarse por un instante el mar, podrá romperse el eje de la tierra como un débil cristal... ¡Todo sucederá! Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón, pero jamás podrá apagarse en mi la llama de tu amor
El hundimiento de una creencia crea una nueva dimensión del sujeto, al obligarle a conducir su personalidad a lo largo de un eje situado fuera del plano de aquella
¡Juro por el Dios de mis padres, juro por mi patria, juro por mi honor, que no daré tranquilidad a mi alma, ni descanso a mi brazo, hasta no ver rotas las cadenas que que nos oprimen por voluntad del poder español!
Trabajemos sin descanso por hacer de esta una sociedad más justa, es la mejor forma de demostrar que el legado del Profesor Bosch nunca será borrado de nuestro accionar.
Mi vida empieza como un dialecto del universo que se ofrece a mi poesía como verdadero espacio y reino poético. La luz fue siempre para mí como el alimento del hambriento, de manera que, sin menospreciar la inspiración, que prevalece por encima de todo, sí que ha habido momentos en los que he identificado vida y literatura.
¿Qué locura mayor puede haber que el hombre trabaje por la comida que perece, y descuide el alimento de la vida eterna?