Hay un solo espacio general, una vasta inmensidad única a la que podemos llamar libremente vacío: en él están los orbes innumerables como éste en el que vivimos y crecemos, declaramos que este espacio es infinito, ya que ninguna razón, conveniencia, percepción sensorial ni naturaleza le asigna un límite
Hay niños, de los que ahora juegan en la calle, que pueden resolver algunos de mis problemas de física más complejos, pues tienen modos de percepción sensorial que yo perdí hace mucho tiempo.