Una viuda virtuosa es el más leal de los mortales: Se mantiene fiel a quien no puede sentirse complacido ni beneficiado por la fidelidad.
Estoy complacido de nunca haber luchado en una guerra. Estoy complacido de no haber tomado un arma. Estoy complacido de no haber sido matado o haber matado a alguien. Espero que mis hijos disfruten la misma falta de hombría.
El paraíso de Mahoma o la unión delicuescente de los teósofos y místicos con la divinidad, conforme cada uno sienta, impondría a la razón su monstruosidad, y tanto valdría no tener ninguna como entregarla de tal modo a todos los ensueños
Señor, abre mi corazón a la inteligencia de tu ley; enséñame a vivir conforme a tus mandamientos
Todos los mortales andan en busca de la felicidad, señal de que ninguno la tiene. Ninguno vive contento con su suerte
Pero a vosotras, coquetas de profesión, yo os quiero aunque esto sea un pecado. Las sonrisas, las caricias, las prodigáis a todos, en todos fijáis amables miradas, y a quien no crea las palabras le aseguráis un beso; quien os quiere es libre y triunfa. Antes también yo me ponía contento con una mirada de vuestros ojos; ahora os respeto.
—Señorita Cripslock, señorita Cripslock... esta mañana me he levantado sin otra idea en la cabeza que adelantar papeleo de la Oficina de Correos y a lo mejor resolver el problema del dichoso sello Especial Verde Col de veinticinco peniques. Ya sabe, el que da una col si se planta. ¿Cómo puede esperar que tenga ideada una nueva iniciativa fiscal para la hora de la merienda?
Es un dichoso infortunio el no tener hijos.
Estoy encantado de poder seguir el año que viene en Renault y tener la oportunidad de comprobar que mi duro trabajo de las dos últimas temporadas ha dado sus frutos
Querías un regalo, y yo derramé encantado con un grito entre tus tetas aquel collar de perlas, y en ese instante el mundo terminó de Secretos y Mentiras, El Tiempo de las Cerezas.
Nunca resulta presuntuoso para nadie el desear aprender. Este es el objetivo de la creación y el derecho natural de la humanidad. Bienaventurados son aquellos que están preparados para reivindicar ese derecho durante toda su vida
Ninguna cosa siente más el presuntuoso que ser notado de poco avisado.
Odio la publicidad, sinceramente. He pasado por la piedra de molino de las entrevistas y las considero una pérdida de tiempo. El tipo que encuentro en esas entrevistas haciéndose pasar por mí suele ser un engreído al que no me gustaría conocer.
Miguel Servet, solo, pero confiado en la protección segurísima de Cristo.
Atrás quedarán quienes en su accionar público han mostrado ser ineficientes e incapaces de atender las responsabilidades que les hemos confiado los dominicanos; los que sólo pueden venderse en los medios como un producto pues no pueden mostrar logros de gestión que hayan mejorado la vida de los y las ciudadanas en su paso como ex-legisladores, ex-ministros, o ex-presidentes.
Tengo fama de muy serio, o incluso de arrogante o de altivo, y de todas estas cosas que estoy harto de oír. Creo sin embargo que en mis novelas hay mucho humor, pequeñas bromas y hay alguna escena que aspira a ser cómica o en todo caso es un poco disparatada. El humor es una de las pocas cosas que nos salva.
Si hubiera sido de otra forma, el vicio hubiera llegado a través de las puertas de la necesidad, no de la inclinación, comprendiendo harto bien, por no poder disfrutar de ella, cuánto valor tiene una vida tranquila y cuán merecedora es de que se haga todo lo posible para disfrutarla.
Creemos que el futuro de la web está lleno de experiencias personalizadas
Me parece como si hubiera dos caminos para llegar a la ciencia de la historia humana: uno, penoso, interminable y lleno de rodeos, el camino de la experiencia; y otro, que es casi un salto, el camino de la contemplación interior.
Quien huye de la vida es porque ama demasiado a la vida. Los hombres vulgares creen que un filósofo es un hombre de alma árida. Todo lo contrario. ¿Cómo puede analizar la vida el que no tiene el corazón repleto de vida? ¿Cómo puede conocer las pasiones, y los deseos, y los movimientos del alma, el que no tenga un alma atormentada?
Es un placer repleto de tristeza, es un tormento ornado de alegría, un desespero donde siempre se espera, un esperar que siempre desespera.
Como él se acostumbró a sus encantos, dejaron de excitar los mismos deseos que inspiraban al principio. Agotado el delirio de la pasión, Ambrosio tuvo tiempo para observar todos los defectos menudos y, donde nos los había, la saciedad lo hizo imaginarlos. El monje estaba saciado por la plenitud del goce. Apenas había transcurrido una semana cuando se cansó de su amiga.
Llámame cuando me haya saciado de esta querida y bella vida que no me ha atormentado nunca y a la que no he renunciado jamás. La he amado desde lo más profundo de mi corazón y todavía está en la flor. Mi salud siempre ha sido buena, la riqueza, abundante y las aspiraciones, grandes.
Se reunían un par de veces al año en cualquier punto del mapa para vivir unos días de ilusión y regresar luego con el cuerpo agradecido y el alma alborozada.
Desafío es mantenerse altivo y desafiante ante la adversidad y agradecido ante la victoria; no se tiene rivales a quien vencer, pues se está convencido que para triunfar no se requiere derrotar a otro, su máxima victoria es la conquista de sí mismo;
No hay muro, por alto, ancho o largo que sea, y cualquiera que sea el material que lo conforme, que pueda imponerse al sueño de una vida mejor. No hay muro ni foso que prevalezcan frente al intento de conquistar un futuro en bienestar.
Todo hombre aspira a mejorar sus condiciones de existencia con repetida terquedad. No importa que fracase una y muchas veces. Hay un veneno de esperanza, inagotable y recóndito que nace en algún rincón de la conciencia y fluye silenciosamente hasta invadirla con ancho cauce reparador.
Mujer y ángel que en lo femenino de lo corpóreo que hay en tu existencia, anticipa a mi opaca inteligencia cómo está conformado un ser divino.
No hay un espíritu bien conformado al que le falte el sentido del humor
Déjame vivir ilusionado que para lo que dura la vida, más vale engañarnos seriamente, y no andar en controversias.
¡Qué delicioso alborozo sentía correr por mis venas, cuan agradablemente todo mi ser respondía a las vibraciones y efluvios de aquel día gris saturado de una esencia primaveral, que en sí parecía lenta en percibirse!
Pensamos que ya era tiempo de ser románticos, y entonces confeccionamos un paisaje ad-hoc, saturado del más puro idealismo, y barnizamos la luna de melancólico color.