Un político, que extermina hombres para ascender, es considerado, según su éxito, como un facineroso o como un héroe.
Por el cosquilleo de mis pulgares, algo maligno viene hacia mi.
Uno puede recobrarse del orgullo, la cólera, la gula y la pereza; pero es una especie de milagro que se corrija un corazón maligno y envidioso.