Seis, ocho millones de espectadores. Estas son cifras con las que nunca pudo soñar ningún director teatral o novelista y menos aún Esquilo, Sófocles o Eurípides.
La vida es solo un suspiro, hay que reír hasta que duela, soñar sin limites, perdonar rápido, besar despacio, amar sin frenos, dejar huella. Mira que bella es la vida, te sorprende cuando menos crees.