Mientras trabajas debes estar consciente de tu naturaleza real. Debes mantener la calma, practicar meditación para aquietar la mente y permitirle tomar conciencia de su relación verdadera con el Yo que la sustenta. Si trabajas de este modo, tu trabajo o servicio no será un impedimento en el camino hacia la verdad.
Al no ser que la meditación te traiga más risa, más alegría, más espontaneidad, evítala. Si no ocurre así, entonces no es para ti.
Poco a poco he descubierto el secreto de mi arte. Se trata de la meditación sobre la naturaleza, en la expresión de un sueño que siempre está inspirado en la realidad
¿Quién sabe si dedicados algún tiempo a la meditación psicológica, descubriríamos ¡oh grata sorpresa! que la vida exterior que hoy arrastra nuestro país no tiene nada que ver con su vida íntima, inexplorada?