Al fin todo se hundió...Y tu mirada se torció y se deshizo en un cielo turbio y revuelto... Y ya no vi más que mis lágrimas.
Hemos eliminado elementos que pretendían darle a nuestro movimiento, que debe tener un carácter y un sentido ascético, poético y castrense, un matiz turbio de delincuencia y hampa
Se había acostumbrado a depositar esperanzas en descubrimientos misteriosos y extraordinarios, y por eso se había metido por los callejones estrechos y retorcidos de la sensualidad. No por una perversión, sino movido por una situación espiritual todavía desprovista de meta.
Todo lo que se mueve es movido por otro.
El hombre desordenado pierde siempre un solo guante.
Si tienes afecto desordenado a los bienes presentes, perderás los ternos del cielo
Sin ella, mi vida se hubiera disuelto hace tiempo en un torbellino caótico y no hubieran nacido Álvaro, Gonzalo y Morgana y los seis nietos que nos prolongan y alegran la existencia
Se trata pues de hacer del teatro, en el sentido cabal de la palabra, una función; algo tan localizado y tan preciso como la circulación de la sangre por las arterias, o el desarrollo, caótico en apariencia, de las imágenes del sueño en el cerebro, y esto por un encadenamiento eficaz, por un verdadero esclarecimiento de la atención.
Sólo si se conoce la verdad del amor, que es la naturaleza real del Yo, se podrá desatar el intrincado nudo de la vida. Sólo si se alcanzan las alturas del amor, se logrará la liberación. Ésa es la esencia de todas las religiones.
Sentía una enorme y poética admiración, aunque apenas los entendía, por todos los artefactos mecánicos. Eran para él símbolos de belleza y verdad. Sobre cada intrincado mecanismo tornos de metal, carburadores, ametralladoras, soldadores de oxiacetileno aprendía una frase que sonaba bien, y la usaba sin cesar, con la deliciosa sensación de ser un técnico, un iniciado.
Si uno dice todo el tiempo ¡maldición!, así es difícil animarse y salir de la crisis
Dibujar es un proceso curioso, tan relacionado con el de ver que resulta muy difícil separarlos. La habilidad en el dibujo depende de la capacidad de ver como ven los artistas, y este modo de ver puede enriquecer maravillosamente la vida de uno.
¡Que fuera, sino, del arduo y sereno mandato que impone la vida a los que la comprenden en sus vastos lineamientos, si no hubiera un sereno panorama donde descansar las alas fatigadas del turbulento y recio rodar de las tormentosas adversidades!
Inglaterra, alzada en medio del turbulento océano, muy al norte, visita ahora mis sueños adoptando la forma de un buque inmenso, bien comandado, que dominaba los vientos y navegaba orgulloso sobre las olas.
El rugido de los leones, el aullido de los lobos, la cólera del mar tempestuoso y la espada destructora son porciones de la eternidad demasiado grandes para el ojo del hombre.
Cuando llegue la hora de mi muerte, no sentiré haber vivido en vano. Habré visto los crepúsculos rojos de la tarde, el rocío de la mañana y la nieve brillando bajo los rayos del sol universal; habré olido la lluvia después de la sequía y habré oído el Atlántico tormentoso batir contra las costas graníticas de Cornualles
Mi espíritu se mece como un mástil, obras de teatro en el tormentoso cielo y, al igual que las velas hinchadas por el viento, se llena mi imaginación.
Amar es un mar alborotado de olas y vientos sin puerto ni ribera
Lo que se espera de un escritor en América Latina es una mezcla de profeta, crítico, cómico, conciencia en el exilio, bondad, erudición y modestía. Prefiero la de que somos escritores sólo para no ser simple borrachos.
Cuando el diablo se mezcla en los asuntos humanos para arruinar una existencia o trastornar un Imperio, es muy extraño que no se halle inmediatamente a su alcance algún miserable al que no hay más que soplarle una palabra al oído para que se ponga seguidamente a la tarea.
Algunos autores han confundido la sociedad con el gobierno, dejando poca o ninguna distinción entre ellos y no sólo son diferentes, sino que tienen diferentes orígenes. La sociedad es producida por nuestros deseos, y el gobierno de nuestra maldad.
La atención al Yo eterno, la realidad indivisa y pura, es el único medio por el cual el individuo confundido por el pensamiento de yo soy el cuerpo puede cruzar el océano de las eternas reencarnaciones.
También yo me dormiré y entonces quizás te despiertes y pienses esto que yo estoy pensando, tal vez me imaginarás enredada en algún árbol enmarañado de los que sabes que me encantan y me quieras alcanzar tocándome, sacándome del mutismo de estación de radio apagada, volviéndome a traer hacia tu lado, hacia el amor que nos dio el sueño.
Amar es un mar alborotado de olas y vientos sin puerto ni ribera