¿Cómo no me suicido frente a un espejo/ y desaparezco para reaparecer en el mar/ donde un gran barco esperaría/ con las luces encendidas?
Hay que recordar que absolutamente todo se hace una sola vez en la vida; no existe la posibilidad de repetir el mismo momento.
Las preguntas proféticas no acuñan palabras nuevas. Subvierten las expresiones comunes. Cuántas veces hemos sentido repetir la pregunta: ¿Para qué sirve el teatro?. Las verdaderas respuestas no podemos alcanzarlas a través de las palabras, sino con los hechos..
¿Creen que los hijos del país puedan volver a las cadenas? ¿No conocen los enemigos que, aún cuando logren nuestro exterminio, nuestros hijos han de vengar la muerte de sus padres?
Quería volver a los orígenes, hacer una película con equipo pequeño, íntima. Spider-Man era como dirigir una orquesta sinfónica, y Arrástrame al infierno ha sido como un grupo de jazz. O mejor: esto ha sido como vivir la música y aquello era como explicarles a otros cómo tenían que vivirla.
A diferencia de lo bien definido, un juego preciso como la ruleta rusa, donde los riesgos son visibles para cualquier persona capaz de multiplicar y dividir por seis, no se observa el cañón de la realidad
Hay algo que sí es conmovedor, aunque suene demagógico. No puedo dejar de decir que el mensaje del público en San Mamés, en el partido contra el Betis, nos obliga a todos de manera superlativa, nos obliga a multiplicar nuestra obligación de entereza. No decir la verdad, actuar engañando, maquillando, etc., es imperdonable frente a semejante expresión de compromiso y sinceridad afectiva, y lo digo muy incómodo, porque es demagógico lo que estoy diciendo.
Un narrador no debería facilitar la interpretación de su trabajo. De otra manera no debería escribir una novela, ya que ésta es una máquina de generar interpretaciones.
Errar es un camino que, bien conducido, presagia el acierto. Yo siempre que sucede algo no deseado digo: vamos a tratar que este error nos ayude a generar un próximo acierto.