A veces pienso que es una lástima que la poesía social sea la más atacada (bueno, la única atacada), ya que encierra grandes valores humanos además de los poéticos.
Cuando la riqueza aumente y se concentre en pocas manos, cuando el lujo se imponga en la sociedad, la virtud será considerada en mayor grado un simple y elegante apéndice de la riqueza, y la tendencia será alejarse de los valores republicanos.
Los precios o, con otras palabras, las cantidades de bienes que deben aparecer en el intercambio, configuran, en cuanto que son percibidas por nuestros sentidos, el objeto más usual de la observación científica, pero están muy lejos de constituir la esencia del fenómeno económico del intercambio.
Los negocios son un medio, el único medio, de incrementar la cantidad de bienes disponible para preservar la vida y hacerla más agradable
¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos? ¿Hay posibilidad de tarifa de grupo?
El sistema de gran producción basado en el trabajo a domicilio no es sólo un sistema capitalista, sino, además, el peor sistema capitalista, pues une a la explotación más intensa del trabajador una posibilidad menor en que los obreros sostengan la lucha por su emancipación.
Por tanto, no hay disciplina alguna que examine y ordene la conveniencia del más fuerte, sino la del ser inferior y gobernado por ella.
Los días, que en un matrimonio por conveniencia sólo traen consigo espinas, hubieran dejado que se abrieran rosas de primavera. Cómo hubiese recogido esos días que ahora aborrezco.
¡Cielos! me decía, ¿Es posible que esos dos seres tan amables y amantes no sean más que dos duendes, acostumbrados a encarnarse en toda suerte de formas para burlar a los mortales? ¿Es posible que no sean más que dos brujas o, cosa más execrable aún, dos vampiros a quienes les está permitido animar los cuerpos odiosos de los ahorcados del valle?
Nadie puede llevar a la otra vida sus riquezas superfluas; con éstas no es posible evitar la muerte, ni las enfermedades, ni la triste vejez