La afabilidad y la indulgencia verdadera son frutos raros de la reflexión, de la experiencia y de la razón
La experiencia y la filosofía que no conducen a la indulgencia y a la caridad, son dos adquisiciones que no valen lo que cuestan
La farsa de las conveniencias sociales europeas ya no se puede tolerar. Mejor la sangre que la decepción eterna; la guerra es tanto una expiación como un sacrificio voluntario al que Europa se somete con el fin de quedar en paz consigo misma.
Lo que excusa la mezquindad de nuestros actos es que cuando los vivimos, padecemos, y es el caudal del dolor sufrido lo que al cabo determina la misericordia y liquida la expiación
El Budismo enseña la liberación y no la aniquilación; aboga por la disciplina espiritual y no por el torpor o vacío mental. En el curso corriente y personal de la vida debe haber cierto alejamiento, debe haber cierta apertura de una nueva perspectiva en la noción personal si se desea ser verdadero seguidor del Buda.
La meditación es el cese de la palabra. Como la palabra es pensamiento, la palabra no produce el silencio. La acción que surge del silencio es enteramente distinta de la acción surgida de la palabra; la meditación es la liberación de la mente de todos los símbolos, imágenes y recuerdos. El acto en que la mente va liberándose de lo conocido, es la meditación.