Existe la expectativa de que una generación joven tiene la oportunidad de redimir los crímenes y fracasos de sus mayores y tendría la fuerza y el idealismo de hacerlo.
Es más cómodo sufrir que actuar; es más cómodo dejarse redimir y liberar por otro, que liberarse a sí mismo; es más cómodo hacer depender su salvación de otra persona, que de la propia fuerza; es más cómodo amar que anhelar; es más cómodo saberse amado de Dios, que amarse a sí mismo con un amor sencillo o natural, innato en todos los seres.
La mujer vale más que el oro, lo que sucede es que ellas no lo saben, es como el pueblo es sometido porque no se decide actuar y reclamar su libertad. Su verdadero hogar de la mujer es la sociedad, la política, y la revolución. A la mujer la hacen inferior, no es que haya nacido así. La religión y el sistema imperante lo tienen relegada a la mujer.
Doy gracias por haber sobrevivido. Por haber conocido la desgracia. Por haber dejado de ser el que fui. No quiero olvidar el común destino de los hombres ni reclamar para mí una suerte especial. Quiero encontrar el camino de la justicia y librarme de lo superfluo y no conservar sino lo que merezca ser conservado. Quiero utilizar mi cólera y tener esa fuerza que sólo da el silencio.
Las mujeres pueden llegar a no exigir un buen físico al hombre por que se sienten atraídas, aunque, en mi opinión, sólo cuando ese hombre ya las ha arrollado con su personalidad. Es entonces y no antes cuando el físico deja de tener importancia.
La dignidad de la ciencia misma parece exigir que todos los medios sean exploradas para la solución de un problema se de en forma elegante y célebre.
Tampoco estamos dispuestos, como dice el proverbio, a elegir a nuestro propio carnicero. Estamos decididos a defender nuestras vidas con toda nuestras fuerzas, sin importarnos si el resto del mundo ve la necesidad de esta batalla o no. ¡La guerra total es, por lo tanto, la orden de la hora presente!
Se trata de defender las tradiciones y la cultura latinas y en última instancia las tradiciones y la cultura europeas que pertenecen también a millones de indios de ese continente.
Tenemos que recuperar para la política el amor. Yo creo que el amor y la política van de la mano
Si una persona se despertase de un sueño en el que ha disfrutado de cien años de felicidad, y otra se despertase de otro en el que ha disfrutad de felicidad durante un solo momento, una vez despiertas, las dos se encontrarían en la misma situación, puesto que ninguna podría recuperar su felicidad. Del mismo modo, tanto si nuestra vida es larga o corta, al morir todo terminará igual.
Es más cómodo sufrir que actuar; es más cómodo dejarse redimir y liberar por otro, que liberarse a sí mismo; es más cómodo hacer depender su salvación de otra persona, que de la propia fuerza; es más cómodo amar que anhelar; es más cómodo saberse amado de Dios, que amarse a sí mismo con un amor sencillo o natural, innato en todos los seres.
Existe la expectativa de que una generación joven tiene la oportunidad de redimir los crímenes y fracasos de sus mayores y tendría la fuerza y el idealismo de hacerlo.
El Gran Hermano no está mirando. Está cantando y bailando. Está sacando conejos de una chistera. El Gran Hermano está ocupado en reclamar tu atención en cada momento que pasas despierto.
Ocupar en la tierra el puesto que le corresponde en vez de aceptar el que le designan: pedir y tomar su bocado; reclamar su techo y su pedazo de terruño, es el derecho de todo ser racional.
Siempre he mantenido que lo único que están para defender lo bueno, lo verdadero y lo bello. Tenemos que rechazar lo que es feo.
Porque vivimos un tiempo límite vamos a ir también allí a preguntarles ¿Cómo pretenden ir a las elecciones si no son capaces de ponerse de acuerdo entre ustedes para defender la vida de los hijos y las hijas de nuestro amado México?