Amame como quiere su ambrosía en el jardín la flor; como ama de su voz la melodía festivo ruiseñor.
No son las grandes desgracias las que crean la desgracia, ni las grandes felicidades las que hacen la felicidad, sino el tejido fino e imperceptible de mil circunstancias banales, de mil detalles tenues que componen toda una vida de paz radiante o de agitación infernal.
Ha visto que el reino de este mundo está lleno de poder, belleza, guerra, una radiante corteza que se levanta rodeando fuegos centrales, entretejidos con los cielos que han descendido. Los hombres, declarando que los inspira, actúan llenos de gozo en la superficie terrestre, teniendo los más agradables torneos con otros hombres, felices, no porque son varoniles sino porque están vivos.
Nadie que esté entusiasmado con su trabajo puede temer nada de la vida.
Cada mañana, cuando me levanto, experimento una exquisita alegría, la alegría de ser Salvador Dalí, y me pregunto entusiasmado '¿qué cosas maravillosas logrará hoy este Salvador Dalí?
Me gusta ver semblantes tristes en tiempo claro y alguna alegre risa oír entre los truenos; bello y feo me gustan: dulces prados, con llamas ocultas en su verde, y un reírse zumbón ante una maravilla.
Dar es algo que no tiene nada que ver con el sacrificio, con el sentido del deber o con cualquier idea de espiritualidad, sino con el puro placer de dar, porque es un acto alegre que sólo puede proceder de un lugar pleno de amor.
NO a ser la mujer de nadie. Sólo busco un compañero de viaje, alguien con quien formar un buen equipo para este trayecto tan corto y divertido
Hasta los 30 es divertido soplar las velitas. Pero a partir de esa edad, son las velas las que te soplan a ti, llevándose de paso lo que va quedando de tu pelo y de tus sueños.
Yo nunca estoy satisfecho con nada, soy un perfeccionista, es parte de lo que soy
El cliente satisfecho traerá nuevas ventas.
No hallo palabras para describir toda la voluptuosidad que aquel ser encantador me reservaba. Ella fue quien se acercó a mí. Sin hablarnos, se confundieron nuestros besos y caricias. Dejaba vagar mi mirada por aquel hermoso rostro, animado del más tierno amor.
La Naturaleza establece una transición tan gradual entre lo inanimado y lo animado que las fronteras que separan ambos reinos son indistintas y ambiguas.
Las posibilidades creativas de lo nuevo suelen ser descubiertas lentamente por medio de esas formas e instrumentos antiguos que han sido despachados por lo nuevo, pero que, justamente, con la presión de lo nuevo, se dejan arrastrar a un florecimiento casi eufórico