La historia es un puro engaño; permanece tal como la maquilló y amañó algún gran escritor. Aun si halláramos unas Memorias que demostraran hasta la evidencia que Tácito sólo escribió imposturas al contar las virtudes de Agrícola y los vicios de Tiberio, Agrícola y Tiberio seguirían siendo tal como los hizo Tácito.
Las sociedades son apáticas y ni siquiera la evidencia de los hechos las conmueve o las mueve. Si no hay resistencia se puede llevar a las sociedades donde quiera