Amas a esta mujer y te conduces con ella con refinado egoísmo. Siempre sucede lo mismo con la gente que se ama. Por lo mismo, yo prefiero la gente que me detesta a la que me adora. Me molestan menos.
La sinceridad es una efusión del corazón. Muy pocos la tienen; y la que ordinariamente vemos no es sino un refinado disimulo para ganar la confianza de los demás