Francisco Franco no puede ser catalogado como dictador, ya que su admisión al poder está más que legitimada, por un pueblo que se levantó en armas por Dios, por España y por Franco
Para que uno pueda aprender o crecer tiene que permitir que el maestro haciendo preguntas, sacando a la luz nuestra ignorancia se haga una idea del nivel en que estamos. No se puede fingir durante mucho tiempo; finalmente nos descubrirán. La admisión de la ignorancia es a menudo el primer paso en nuestra educación.
La vida se vuelve casi interesante cuando ya has aprendido las mentiras de los demás, y empiezas a disfrutar observándolos, viendo que siempre dicen otra cosa de lo que piensan, de lo que quieren en verdad... Sí, un día llega la aceptación de la verdad, y eso significa la vejez y la muerte.
Dentro de unos años, la gente encontrará nuestra aceptación de la teoría que relaciona el VIH con el SIDA tan estúpida como lo estúpidos que nos parecen a nosotros aquellos que excomulgaron a Galileo.
Ojalá el milenio que ahora inicia sea una época en la que finalmente la llamada de tantos hombres, hermanos nuestros, que no poseen lo mínimo para vivir, encuentre escucha y acogida fraterna. Espero que los cristianos se hagan promotores de iniciativas concretas que aseguren una equitativa distribución de los bienes y la promoción humana integral para cada individuo.
Reconoceré la recompensa porque constituye mi pago; pero también daré acogida a los obstáculos porque constituyen para mí un desafío.
No nos rendiremos, damos la bienvenida a la muerte, no le tenemos miedo, el martirio es un millón de veces mejor.
El entretejer la humanidad en una comunidad no implica la creación de una comunidad homogénea, sino más bien lo contrario; la bienvenida y la correcta utilización de cualidad distintiva en una atmósfera de entendimiento... Las comunidades en un patrón, como cajas de soldaditos de plomo, son más bien cosas del pasado que del futuro.
Al poema, como al candado, es menester echarle llave; al poema, como a la flor, o a la mujer, o a la ciudad, que es la entrada del hombre; al poema, como al sexo, o al cielo.
Hace tiempo iba a entrenarme a una pista de cross. En la entrada había un portero que me reconoció, me sonrió y empezó a hacerme mil preguntas: ¿Es usted Simoncelli? ¿El famoso piloto? ¿El que corre en MotoGP?. Yo le contesté orgulloso de mí: Sí, claro, soy yo. Él me contestó: Vale, son 30 euros.
Es preciso que el educando vaya asumiendo el papel de sujeto de la producción de su entendimiento del mundo y no sólo el de recibidor de lo que el profesor le transfiera.
Recuerdo la primera vez que tuve sexo... Todavía guardo el recibo
Cuando recibo a los políticos, algunos vienen bien, con buena intención y compartiendo la visión de la Doctrina Social de la Iglesia. Pero otros llegan solo para buscar lazos políticos. Mi respuesta siempre es la misma: la segunda obligación que tienen es dialogar entre ellos. La primera es el custodio de la soberanía de la Nación, de la Patria.
A pesar de estas decepciones, que suelen aparecer a los viajeros de estos países, de mi viaje a Tedmor me ha dado muchas satisfacciones. Además del placer de ver esas ruinas interesantes, he tenido buenas oportunidades de observar a los beduinos con sus propias tiendas de campaña, exhibiendo siempre mucha hospitalidad y amabilidad.
Cuando vendo licor, se llama piratería, y cuando mis clientes se sirven en Lake Shore Drive, se llama hospitalidad