Como todos, pierdo mucho más que lo que gano. Entonces esa identificación del ganador de turno con los valores es una trampa, una gran trampa porque se venden valores a través de alguien que acaba de ganar. Entonces el que escucha está tironeado por dos extremos: un extremo son los valores, y el otro extremo es el triunfo. La confusión que genera es que el destinatario del mensaje cree que si aplica determinados valores va a tener éxito, y eso no es cierto, ni es conveniente ni aconsejable.
Escribir una carta es enviar un mensaje al futuro; hablar desde el presente con un destinatario que no está ahí, del que no se sabe cómo ha de estar (en qué ánimo, con quién) mientras le escribimos y, sobre todo, después: al leernos. La correspondencia es la forma utópica de la conversación porque anula el presente y hace del futuro el único lugar posible del diálogo.
Ahora, el interés especial del radio consiste en la intensidad de sus rayos que son millones de veces más intensos que los del uranio
Los amigos del barrio pueden desaparecer, los cantores de radio pueden desaparecer, los que están en los diarios pueden desaperecer, la persona que amas puede desaparecer(...)Pero los dinosaurios van a desaparecer. - Los Dinosaurios.
Me pregunto cómo es posible que persistamos en mantener tal abuso: en habilitar al tiempo como depositario de nuestra esperanza cuando es él – y solamente él – quien se encarga de defraudarla.
El depositario del poder siempre es impopular