Mientras el sistema de status permanece intacto, y mientras la clase ociosa puede emprender otros caminos de actividad no industrial que no sean los de matar el tiempo de un modo derrochador y carente de objeto, no cabe esperar ninguna desviación considerable del esquema general, establecido por la clase ociosa, de lo que es una vida merecedora de buena reputación.
La desviación del hombre respecto del estado en que se hallaba originalmente en la naturaleza parece haberle proporcionado una fuente prolífica de enfermedades