Como Antístenes, filósofo cínico, tuviese la capa rota y la anduviese enseñando a todos, díjole Sócrates: Por la hendidura de tu capa conozco tu vanidad. Quiso dar a entender que peor era aquella presunción que tenía enseñando su capa rota, que si trajera una vestidura más rica.
La confesión de los pequeños defectos es frecuentemente un deseo de dar a entender que no tenemos otros mayores
Lo que en un momento dado se llamó teatro del absurdo -terminología ya pasada de moda, totalmente- no era más que una aproximación poética y humorística a las cosas. De hecho, jamás me habría atrevido -en teatro y en otras áreas- a insinuar o a decir cosas si no es a través del humor.
Una mujer debe insinuar siempre, jamás asegurar. Os repito estas admoniciones, tesoros míos, para que obtengáis éxito y riquezas y seáis siempre divertidas y seductoras.
Aún no me había dado cuenta de que yo misma contribuí al fracaso de esas relaciones al poner constantemente a prueba a quienes fueron mis parejas. Creo que es justo, antes de continuar, reconocer que, muchas veces, cuando todo hacía suponer que quería dar por terminada una relación, lo único que realmente deseaba era que me dijeran: 'Oye, no puedo vivir sin ti
Podemos ignorar estas diferencias y suponer que todas nuestras mentes son iguales. O podemos tomar las diferencias entre ellas
Cuando se plantean cuestiones indiscretas, que es incapaz de responder, porque el absurdo o se resuelve ni se explica, responde con esa terrible palabra, dios, lo absoluto misterioso, que al no ser nada ni significar nada, según ellos, lo resuelve todo.
Si se cree que el gobierno es necesario y que sin gobierno tiene que haber desorden y confusión, es natural y lógico suponer que la anarquía, que significa la ausencia de gobierno, tiene también que significar la ausencia del orden.
El crecimiento de nuestros niños puede implicar que se les brinde la suficiente paciencia como para que les sea posible experimentar una sensación de posesión, y también que seamos lo bastante sabios como para enseñarles el valor de dar y además proporcionarles el ejemplo.
Si no desarrollas una cultura democrática constante y viva, capaz de implicar a los candidatos, ellos no van a hacer las cosas por las que los votaste. Apretar un botón y luego marcharse a casita no va a cambiar las cosas.