Es un magnífico orador, conoce el arte de no decir nada en una gran arenga
Y aquí el Presidente del Gobierno de Euzkadi –sigue el discurso- católico, pregunta con el corazón dolido: ¿Por qué el silencio de la jerarquía? Yo le aseguro, señor Aguirre, con la mano puesta sobre mi pecho de sacerdote, que la jerarquía no calló en este caso, aunque no se oyera su voz en la tribuna clamorosa de la prensa o de la arenga política. Hubiese sido menos eficaz.
Toda obra es predicado del autor. Lo es un simple acto de conducta, lo es toda nuestra vida, como discurso de conducta, como texto que se despliega en actuaciones ramificadas, dispares, en sus últimas derivaciones, las unas de las otras.
Suelen hacer falta tres semanas para preparar un discurso improvisado.