La vecindad de semejante compañero, lejos de anonadarme, me inspiraba un terror magnifico.
Todo saber analítico está, pues, invenciblemente ligado a una práctica, a esta estrangulación de la relación entre dos individuos, en la que uno escucha el lenguaje del otro, liberando así su deseo del objeto que ha perdido (haciéndole entender que lo ha perdido) y liberándolo de la vecindad siempre repetida de la muerte (haciéndole entender que un día morirá).
Desde mi punto de vista, sólo parece haber tres principios de conexión entre ideas, a saber: semejanza, contigüidad en el tiempo o en el espacio y causa o efecto.
Es suficiente, por ahora, haber establecido la siguiente conclusión: que los tres principios de conexión de ideas son las relaciones de semejanza, contigüidad y causa y efecto.
No me había dado cuenta hasta ahora de qué necesitada he estado de cercanía humana. De sentirlo a él a mi lado en la oscuridad. Desearía no haber malgastado el último par de noches dejándolo fuera. Me hundo en el sueño, envuelta en su calor, y cuando abro los ojos de nuevo, la luz del día entra por las ventanas.
Los columnistas se manejan de otra manera: no pueden distanciarse de los políticos. Así es, mas pueden regular su distancia. Hay quienes se ufanan de comer con los políticos, es cierto, y exhiben su cercanía con los funcionarios porque con eso quieren advertir que ellos, los periodistas, también son importantes. Es una tontería, por supuesto
Si el número es corto, los ánimos son grandes y cuantas menos personas, más unión y mayores porciones del expolio
Falta una gran corriente política que no sea ni conservadora ni socialista y que lleve el ideal europeo (...) Es el gran movimiento político demócrata que decidimos construir juntos (...) Se trataría de un gran partido demócrata, que quiera la unión bajo el control y con la participación de los ciudadanos.
El conocerse demasiado o demasiado poco, constituye un estorbo para el acercamiento de dos personas.
Pienso que los seres humanos hemos sido traídos al mundo para ser felices, y la felicidad estriba justamente en ese acercamiento que tú como ser humano te propongas tener (o puedas tener) con la naturaleza.
Dinero, maquinización, álgebra. Los tres monstruos de la civilización actual. analogía perfecta.
Una vez vi un ganso en Canadá a quien unos cazadores le habían matado la pareja. Sabes que se aparean para toda la vida. El ganso anduvo en círculos alrededor del estanque durante muchos días después de lo sucedido. Cuando lo vi por última vez nadaba solo en medio del arroz silvestre, siempre buscando. Supongo que la analogía es demasiado obvia para el gusto literario, pero es así como me siento.
Piense en la economía como algo más parecido a un gato que a una lavadora, es decir, las políticas dirigidas a la estabilidad y la ausencia de ciclos están fuera de lugar, el Estado debe ser sólo un mecanismo de urgencia y no una niñera
Desde la primera infancia nos enseñan, primero a creer lo que dicen las autoridades, los padres, la mayoría, el cura, etc. Y luego a razonar sobre lo que hemos creído. La libertad de pensamiento es al revés, primero razonar y luego creeremos en lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos. Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no tiene ningún valor.
Inventar las cosas sencillamente con la precisión y la lealtad de la inmediatez de la infancia.
La cálida intimidad y la confianza que le demostró su padre eran cosas dignas de ser recordadas. Incluso llegó a decirle: Tengo confianza en ti. Ante este pensamiento, se sintió mucho más reconfortado.
Mi verdadera religión: adorar a la intimidad en mi representación, sinceramente, sin otra finalidad; rendirme a la verdad viva y entregarme a quien sé que está en mí y yo en El.
El sistema de signaturas invierte la relación de lo visible con lo invisible. La semejanza era la forma invisible de lo que, en el fondo del mundo, hacía que las cosas fueran visibles; sin embargo, para que esta forma salga a su vez a la luz, es necesaria una figura visible que la saque de su profunda invisibilidad.
Es una cosa bastante repugnante el éxito. Su falsa semejanza con el mérito engaña a los hombres.