Para desterrar el mal, no hay que combatirlo, sino trabajar enérgicamente en dirección al bien
Señores, es un torpeza pretender que en nosotros se corrija un vicio que ha crecido con la edad. Lo seguro es instruir a nuestra juventud en el modo de andar derechos, para que enmendando ellos este despilfarro enseñen después a sus hijos y se logre desterrar para siempre de nuestra posteridad este maldito modo de andar
Un hombre escribe para expulsar el veneno que ha acumulado debido a su estilo de vida falso. Está intentando recapturar su inocencia, pero todo lo que logra hacer (escribiendo) es inocular el mundo con un virus de su desilusión. Ningún hombre pondría una sola palabra en un papel si tuviera el coraje de vivir aquello en lo que creía.
Devolver odio por odio multiplica el odio, añade una oscuridad más profunda a una noche ya desprovista de estrellas. La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: sólo la luz puede hacer eso. El odio no puede expulsar al odio: solo el amor puede hacer eso.
Todo lo que digo es paz. No señalamos a nadie con el dedo. Hay tipos buenos y tipos malos. El conflicto está en la mente. Debemos desterrar nuestros propios monstruos y dejar de condenar a la gente. Todos somos Cristo y todos somos Hitler. Intentamos convertir en contemporáneo el mensaje de Cristo. Queremos que Cristo gane!
Muy gran valor es vencer a los enemigos con armas, pero cosa de mayor prudencia desterrar y ahuyentar los vicios de la paz.
No hay poder sobre la tierra, que puede neutralizar la influencia de una elevada, pura y simple vida útil.
Se trata, a medida que se concentran las fuerzas de producción, de obtener de ellas el máximo de ventajas y de neutralizar sus inconvenientes (robos, interrupciones del trabajo, agitaciones y cábalas); de proteger los materiales y útiles y de dominar las fuerzas de trabajo.