El aborto nunca es una solución. Debemos escuchar, acompañar y comprender desde nuestro lugar a fin de salvar las dos vidas: respetar al ser humano más pequeño e indefenso, adoptar medidas que pueden preservar su vida, permitir su nacimiento y luego ser creativos en la búsqueda de caminos que lo lleven a su pleno desarrollo
Sólo a los burócratas se les puede ocurrir que establecer nuevas oficinas, decretos y aumento de empleados estatales pueden ser medidas positivas y beneficiosas.