La prevención de accidentes no debe ser considerada como una cuestión de legislación, sino como un deber ante los seres humanos, y como una razón de sentido económico.
El objeto del castigo es la prevención del mal; nunca impulsará a nadie al bien.
Hay en ti una fuerza tan fascinante que me apresto a acusarte yo también de perder a los seres candorosos seduciéndolos con tu esplendidez.