Hoy lo que consuela no es el arrepentimiento, sino el placer. El arrepentimiento está enteramente anticuado.
El amor es un poema enteramente personal.
Sólo sé que no sé nada; y esto cabalmente me distingue de los demás filósofos, que creen saberlo todo.
La única cosa que sé es saber que nada sé; y esto cabalmente me distingue de los demás filósofos, que creen saberlo todo.