No hay que justificar ni satanizar. Hay que tomar conciencia de implementar un cambio. Hay que tener autocrítica para mejorar.
Es más fácil escribir diez volúmenes de principios filosóficos que poner en práctica uno solo de sus principios.
En estos libros no está el conocimiento, lo que hay en ellos son índices. Tú tienes que ser capaz de poner en práctica lo que sugieren para conocer lo que los índices indican. Tienes que caminar con tus propios pies, en la dirección que señalan, para corroborar por ti mismo y vivir el conocimiento al que se refieren.