Al procurar nuestras legítimas ventajas personales no hemos de perder de vista lo que debemos al país, ni a la sociedad humana en conjunto. Y en caso de conflicto, el bien más amplio debe triunfar sobre el bien más particular y limitado.
El mayor servicio que pudiera prestarse al espíritu humano, en el momento que nos hallamos, sería encontrar un procedimiento para procurar a todos el bienestar material.