La tala de bosques primitivos y otros desastres, impulsados por las demandas de la creciente población humana, son la amenaza primordial de la diversidad biológica en todas partes
Un hombre no es un hacha. No es una condenada herramienta que corta, tala y destroza todo el día. Las cosas le llegan. Hay cosas que no puede desprender porque las lleva dentro.