[Tras la visita al gueto de Lodz] Estos ya no son hombres, son animales. Por eso, no se trata de una tarea humanitaria, sino quirúrgica. Hay que hacer incisiones aquí, y enteramente radicales.
La fascinación de los disparos como un deporte depende casi enteramente de si está a la derecha o equivocadamente al final de la pistola.