Si la cosa sigue así, al hombre se le atrofiarán todos los miembros salvo el dedo de apretar botones.
La dignidad de un ser se mide por la impresión exterior que da. Hay dignidad en el esfuerzo y la asiduidad; en la serenidad y la discreción. Hay dignidad en la observación de las reglas y en la rectitud. También hay dignidad para apretar los dientes y mantener los ojos abiertos: todas estas actitudes son visibles desde el exterior. Lo que es capital es actuar siempre con dignidad y sinceridad.
Tuve el malicioso placer de confundir al lector, de mantenerle en la incógnita, privándome de la panoplia tradicional de los cómics: no hay malos, no hay verdadero suspense y no hay aventura en el propio sentido del término.
No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento), sino de una movida del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios
En Jamaica, cuando eres niño aprendes a liar porros, todo el mundo prueba marihuana, yo también lo hice cuando era muy joven
La revolución comienza en casa, en tu corazón, en tu negativa de comprometer tu fe y lo que vales.
La política fue en principio el arte de impedir a la gente meterse en lo que le importaba. En una época posterior agregósele el arte de comprometer a la gente a decidir sobre lo que no entiende
Cualquier músico, en algún momento de su vida, tiene que empeñar su instrumento si quiere cenar caliente y dormir a cubierto.
Me subo a la moto y atravieso las calles en donde gente más extraña que tú y que yo se prepara para pasar un sábado divertido, un sábado a la altura de sus expectativas, es decir un sábado triste y que no llegará jamás a encarnarse en lo que fue soñado, planeado con minuciosidad, un sábado como cualquier otro, es decir un sábado peleón y agradecido, bajito de estatura y amable, vicioso y triste.
¡Cielos! me decía, ¿Es posible que esos dos seres tan amables y amantes no sean más que dos duendes, acostumbrados a encarnarse en toda suerte de formas para burlar a los mortales? ¿Es posible que no sean más que dos brujas o, cosa más execrable aún, dos vampiros a quienes les está permitido animar los cuerpos odiosos de los ahorcados del valle?
Durante la guerra, dice Jenofonte, los lacedemonios elevaban siempre sus plegarias a la mañana muy temprano, para anticiparse a sus enemigos y comprometer así a los dioses en favor suyo, por ser los primeros solicitantes.
La revolución comienza en casa, en tu corazón, en tu negativa de comprometer tu fe y lo que vales.
Nunca se logra ningún beneficio sin perjudicar a otro.
Cuando veo a alguien que persigue su sueño y lo consigue, y que hace lo que quiere sin necesidad de dar explicaciones, y sin perjudicar a nadie, claro está, me parece genial.
La política fue en principio el arte de impedir a la gente meterse en lo que le importaba. En una época posterior agregósele el arte de comprometer a la gente a decidir sobre lo que no entiende
Nunca una palabra indiscreta escapará de mis labios para comprometer a nadie. Me sobra firmeza de ánimo para arrostrar el trance final. Prefiero sin vacilar una muerte gloriosa a cubrirme de oprobio delatando a persona viviente
En Jamaica, cuando eres niño aprendes a liar porros, todo el mundo prueba marihuana, yo también lo hice cuando era muy joven
No se si me entendéis que no os enamoréis chicos y chicas pillar esto porque lo recordareis
Tratar de obligar a un malvado es como intentar sembrar en el mar.
Los que pretenden obligar a la mujer al matrimonio cerrándola las demás salidas, se exponen a igual réplica. Si piensan lo que dicen, su opinión significa que el hombre no hace el matrimonio lo bastante apetecible para la mujer, a fin de tentarla por las ventajas que reúne.
Cualquier músico, en algún momento de su vida, tiene que empeñar su instrumento si quiere cenar caliente y dormir a cubierto.
Para lograr un enfoque espiritual en el arte, se necesita apoyarse lo menos posible la realidad, porque la realidad se opone a lo espiritual.
No lograr un tanto de más a costa de lo que fuere, no dejarme llevar únicamente del ansia de vencer, sino jugar partidas artísticas, ricas de fondo, ese era el fin que yo me proponía en los torneos.
El ambicioso quiere ascender, hasta donde sus propias alas puedan levantarlo; el vanidoso cree encontrarse ya en las supremas cumbres codiciadas por los demás
En las esferas donde germinan las ideas nuevas no hay que esperar encontrarse con hombres de gravedad y de peso: en los nuevos caminos es más fácil toparse entre locos, perdidos y granujas, con algún santo o con algún héroe.