Pero de todos modos, y como decía Monsieur Masseras, redactor en jefe del periódico publicado en México en francés, L'Ere Nouvelle, esa desafortunada nación no esperaba sino una sola cosa: un gobierno de orden, de organización y prosperidad, tres palabras, agregaba el periodista, que referidas a México, terreno proverbial de revoluciones y contrarrevoluciones, resultaban por demás irónicas.
El escritor sólo puede interesar a la humanidad cuando en sus obras se interesa por la humanidad.
Creo que soy mejor escritor que pintor. Y en esto coincidía con mi padre. Lo importante de mi escritura no es el estilo, ni la sintaxis, ni los recursos discursivos; lo importante de mi escritura es sencillamente lo que digo, y eso llegará el día en que será aceptado.