Hay elaboraciones que son absolutamente personales. Yo transmito lo que a mí me parece, no lo impongo ni lo derramo sobre los futbolistas porque hay aspectos que son independientes y hay que respetar lo que uno siente. Si me guío por lo que observé, hay mucho dolor.
Uno de los aspectos incorrectos de la religión es que nos enseña a quedar satisfechos con respuestas que realmente no responden a nada.