La claridad molesta siempre al prójimo. De ahí el favor sentimental de que gozan los poetas.
Hay una infinitud de ideales disímiles como las hojas. El ideal es lo íntimo del ser, lo que lo distingue de los otros seres. Ese átomo diferencial, único para cada individuo, es en el plano sentimental y estético la personalidad de arte y la inmortalidad individual, pues no existen, ni han existido dos seres de sentimentalidad idéntica desde el principio del mundo.
Tengo una ilusión aún mayor que en 2000, con ideas, fuerza y pasión. Va a ser un proyecto espectacular, emocionante y ganador
No conozco nada más emocionante que la guerra