Es necesario asemejarse un poco para comprenderse; pero hay que ser un poco diferentes para amarse.
El sol no había nacido todavía. Hubiera sido imposible distinguir el mar del cielo, excepto por los mil pliegues ligeros de las ondas que le hacían semejarse a una tela arrugada
Hubo acerca de este gigantesco arco iris una profunda bendición de la paz y la esperanza. Pero, como es natural inefable como en el efecto de la belleza natural de la mente, no puede coincidir con la paz de Dios en la curación de su efecto sobre la mente humana.
El texto amoroso está hecho de pequeños narcisismos, de mezquindades psicológicas; carece de grandeza: o su grandeza es la de no poder alcanzar ninguna grandeza. Es pues, el momento imposible en que lo obsceno puede verdaderamente coincidir con la afirmación, el amén, el límite grado de lo obsceno.
Porque prácticamente todo, las expectativas de los demás, el orgullo, el miedo al ridículo o al fracaso se desvanece frente a la muerte, dejando sólo lo que es verdaderamente importante. recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco de evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón.
La obra del olvido prueba que recordar es fácil y olvidar difícil.
¡Éstas son, dioses, nuestras obras; éstas son las egregias manufacturas nuestras con que nos ensalzamos a los ojos del cielo! ¡Mirad qué hermosas construcciones, apenas diferentes de las que suelen hacer los niños cuando manejan el barro, la masa, las mezlas, las ramitas y pajitas, tratando de imitar las obras de los mayores!
El papel de las mujeres en el progreso de la civilización es mucho mayor que el del hombre, por lo que debería desarrollar sus aptitudes de acuerdo con su naturaleza, sin imitar a los hombres.
Todos los objetos visibles, hombre, son solamente máscaras de cartón piedra. Pero en cada acontecimiento (en el acto vivo, en lo que se hace sin dudar) alguna cosa desconocida, pero que sigue razonando, hace salir las formas de sus rasgos por detrás de la máscara que no razona.
Penetrar con el espíritu en el ser de una mujer es un arte; pero saber salir a tiempo es una obra maestra, a pesar de que este acto depende siempre del primero.