Es característico de la vida la falta de permanencia de las estructuras materiales. Aunque la cantidad total permanezca semejante a sí misma, algo entra y algo sale.
Haz por ser semejante a un promontorio. Las olas del mar se estrellan contra él de continuo, y él se mantiene inmóvil hasta que en torno suyo se abonanzan las aguas
Lo infinitamente pequeño es analogo a lo infinitamente grande. Un atomo es todo un sistema solar en miniatura
El VIH es un retrovirus ordinario. No hay nada sobre este virus que sea único. Todo lo que se va descubriendo sobre el VIH tiene su análogo en otros retrovirus de los que se afirma que no producen SIDA. El VIH sólo contiene una muy pequeña cantidad de información genética. No hay forma de que de que pueda hacer todas esas cosas elaboradas que se dicen que hace.
Mayores ventas con márgenes menores fue el nuevo principio correspondiente a la multitud de compradores y la gran masa de las mercancías.
Nunca podrá haber un Estado realmente libre e iluminado hasta que no reconozca al individuo como poder superior independiente del que derivan el que a él le cabe y su autoridad, y, en consecuencia, le dé el tratamiento correspondiente
La Tierra en su rápido movimiento alrededor del Sol posee un grado de fuerza viva (energía) tan grande que, si se convirtiese en su equivalente de calor, su temperatura llegaría a ser por lo menos mil veces mayor que la del hierro candente, y el mundo que pisamos, con toda probabilidad igualaría en brillo al mismo sol
Lo que estoy buscando... Es un movimiento inmóvil, algo que sería el equivalente de lo que se llama la elocuencia del silencio.
La ilusión es hacer creer que la literatura es muy similar a la vida y es exactamente lo contrario. La vida es amorfa, la literatura es formal.
...el asunto principal de una obra de teatro es despertar las pasiones de su audiencia para que por la vía de la pasión puedan abrirse nuevas relaciones entre un hombre y los hombres, y entre los hombres y el hombre. El drama es similar a las otras invenciones del hombre en que debería ayudarnos a saber más, y no sólo a dedicarnos a nuestros sentimientos
Escribir una carta es enviar un mensaje al futuro; hablar desde el presente con un destinatario que no está ahí, del que no se sabe cómo ha de estar (en qué ánimo, con quién) mientras le escribimos y, sobre todo, después: al leernos. La correspondencia es la forma utópica de la conversación porque anula el presente y hace del futuro el único lugar posible del diálogo.
Por otro lado, la correspondencia es un género perverso: necesita de la distancia y de la ausencia para prosperar.
La música nos persuade de que somos algo distinto de lo que diariamente creemos ser y, con ello, nos persuade asimismo, de que hay una forma de saber que no guarda equivalencia con lo que, normalmente, entendemos por conocimiento.
Aprieto sus manos hasta el punto de dolor. Quédate conmigo. Sus pupilas se dilatan más precisamente, se dilatan más rápidamente, y luego regresan a algo parecido a la normalidad. Siempre murmura.
El esfuerzo de utilizar las máquinas para emular el pensamiento humano siempre me ha parecido bastante estúpido. Preferiría usarlas para emular algo mejor
Toda la gente cruel se describe a sí misma como el parangón de la franqueza.
Para mí, es duro ser ciclista, entrenar y sufrir, correr y sufrir. Pero no tiene ni punto de comparación con estar tumbado en una cama con tubos saliendo de tu pecho, sintiendo náuseas fortísimas, vomitando durante las 24 horas del día cinco días seguidos y luego volver a hacerlo todo dos semanas después
La industria de la música es muy fácil en comparación con el mundo del ballet clásico.
Toda manifestación positiva de la vida es agresiva. Gran parte de la perniciosa inhibición de la agresividad que sufren nuestros niños obedece a la equiparación de agresivo con perverso
Alguna vez estudiaré cómo el desnudo se reduce a ser modestamente un escote totalitario simultáneo o la suma de todos los escotes sucesivos inocentes posibles a una sola persona.
El corresponsal se preguntaba sinceramente, en nombre del sano juicio, cómo era posible que hubiese gente que considerase divertido remar en un bote. No era una diversión; era un castigo diabólico, y hasta un genio en aberraciones mentales no podría inferir jamás que se tratase de otra cosa que de un horror para los músculos y un crimen contra la espalda.