En los bunkers, todo aquel...Gran escándalo. Despilfarraron una buena porción de carne joven y patriótica para probar alguna nueva tecnología, conocían las defensas de los rusos, como se supo después, conocían los empos, armas de pulso magnético. Enviaron a esos chicos sin importarles nada, sólo para ver.
Lo que no habéis heredado de vuestros padres, volverlo a ganar a pulso o no será vuestro.
Mortal, podrás odiar, pero ¡Ten cuidado! Pasarás tus horas preso de terror y tristeza, y pronto caerá sobre ti el golpe que te ha de robar para siempre la felicidad.
Quién sabe si terminar un libro de cuentos no sea como vaciar de golpe un cubo en el Café Kubista. Ver vaciarse todo y conocer su contenido, saber perfectamente de qué se ha llenado todo.