Un buen trabajo requiere pasión. (...) no puedo autoconvencerme de que soy objetivo. No lo soy. Como un guardameta que observa la pelota acercándose a su portería, rezo mientras se desarrolla la jugada. Quiero que funcione. Pero debo tener mucho cuidado mientras observo. ¿Cómo mantener la pasión y juzgar al mismo tiempo con realismo si he logrado lo que buscaba?
La pelota no se mancha.
Cuando tenía algún problema solía decir filosóficamente: Esperemos que la madeja se desenrede sola
Enseñale a tu hijo a mentir y le enseñaras a vivir. Pues la mayoría de la vida es una gran maraña de mentiras.
Entonces ahora con todo el lío este que ha habido con la Ley Sinde, estos internautas frikis que se dedican a meter maraña en todo estos asuntos no han sido capaces de recaudar 30.000 firmas en contra de la ley, y somos 24 millones de internautas. ¿Qué está pasando? ¿A quién representan? ¿Para quién trabajan?
Yo nunca murmuro escandalosamente. Me limito a chismorrear. El chismorreo es siempre encantador. La murmuración escandalosa es un chismorreo que la moralidad hace aburrido.
Según los criterios establecidos en la conversación de aquella noche, ella no poseía ninguna cualidad en un grado demasiado alto ni demasiado bajo, lo cual le llenaba de asombro y de un anhelo desesperado. El debate no tuvo ninguna conclusión, y acabó por caer en un deshilvanado chismorreo que los jóvenes mantuvieron hasta el amanecer.