...sólo una crisis –real o percibida- da lugar a un cambio verdadero. Cuando esa crisis tiene lugar, las acciones que se llevan a cabo dependen de las ideas que flotan en el ambiente. Creo que ésa ha de ser nuestra función básica: desarrollar alternativas a las políticas existentes, para mantenerlas vivas y activas hasta que lo políticamente imposible se vuelve políticamente inevitable.
Esas acciones tan poco nobles no me producen más que pesadumbre. Cuando veo que hay personas que engañan ante los mismos ojos de todos y que no son castigadas con el desprecio general, no sé lo que me ocurre, me pongo mala. Pienso, pienso...y poco faltó para que rompiera a llorar.
No hay que vivir en el meollo de las cosas nimias. Concéntrate en tus prioridades, en esas actividades que tienen verdadero sentido. Tu vida será gratificante y excepcionalmente apacible.
Las actividades artísticas eran la parte más divertida de la escuela. Hacíamos action paintings, por ejemplo, conduciendo bicicletas sobre lienzos. La primera vez que lo hicimos todo el mundo se reía, pero cuando vi el resultado me dije: Espera un momento...Aquí está pasando algo. Me estaban explicando una nueva forma de expresión.