El camino estaba congelado. La aldea estaba en silencio, inmóvil bajo el cielo estrellado. Komako alzó los faldones de su kimono y los acomodó en el obi. La luna parecía cortada a cuchillo contra el hielo espectralmente azul.
Cuando leo, acomodo: no sólo acomodo el cristalino de mis ojos sino también el de mi intelecto, para captar el buen nivel de significación (el que me conviene a mí).
El pesimismo es un asunto de la inteligencia; el optimismo, de la voluntad
Mi mujer puede influirme en muchas cosas, pero en lo que concierne a mi código básico nada puede moverme. Puede hacer lo que quiera en asunto domésticos, puede hacerme hacer muchas cosas por ello, pero en lo que respecta en las cosas básicas en la vida de un hombre, eso no es asunto de una mujer.
El mundo nos aconseja el agnosticismo, pensar que somos demasiado pequeños, que nuestra razón es demasiado frágil para creer en Dios. En cambio, millones de personas siguen creyendo. Este es el milagro. El signo de que Dios obra en medio de nosotros.
Pienso que una obra de arte debería dejar perplejo al espectador, hacerle meditar sobre el sentido de la vida.
Hay que suponer que Gil Robles no estará en el ministerio de la Guerra precisamente para democratizar el ejército sino para preparar el golpe militar que entronice la dictadura terrorista y sangrienta del fascismo.
Un Papa no está sólo en la barca de Pedro, aun si es su primera responsabilidad y por esto quiero dar las gracias a todos los que me han acompañado. Nunca me he sentido sólo para cargar las alegrías y el peso del ministerio petrino
En sus viajes de conquista a través del mundo, los árabes, deseosos de crearse una patria en todas las comarcas a donde les llevaba el amor de conquista y el fanatismo de la fe, intentaron crear por doquier pasaban pequeños oasis.
Felices aquellos que han sabido presentar, El grado bonito que conquista a las mujeres, Por esa razón yo me voy a desterrar
Que de esta plaza no salga un sólo gesto de rencor, sino de dignidad; que no salga un gesto de odio, pongamos la otra mejilla.
No tiene sentido que nuestros campesinos no recojan la fruta porque el precio que se les paga no es justo, mientras que en otras partes de España determinado tipo de campesino puede quedarse en el bar de la plaza y continua cobrando. Esto no es justo.
La invasión cultural, indiscutiblemente enajenante, realizada discreta o abiertamente, es siempre una violencia en cuanto violenta al ser de la cultura invadida, que o se ve amenazada o definitivamente pierde su originalidad.
¡Cómo he podido equivocarme de este modo! Toda mi vida he sabido protegerme de los expertos ¿Por qué habré sido tan estúpido que les he dejado ahora obrar por su cuenta? (Comentario sobre la invasión de Bahía Cochinos).
Para el cristiano el comienzo del día no debe estar sobrecargado ni obstaculizado por los quehaceres múltiples que le esperan. Cada día que comienza está sometido al Señor que lo creó.
En los movimientos de hombres, en los movimientos colectivos, siempre la función más difícil es la de conducir. Por eso no existen muchos conductores en el mundo y muchas colectividades carecen de hombres que las sepan y las puedan conducir, porque la conducción es un arte, y los artistas no se forman, desgraciadamente, en las escuelas. Las escuelas dan técnicos, pero no dan artistas.
Los Dioses son una función del estilo.
La mente requiere alguna relajación, ya que no puede ser siempre su inclinación hacia la preocupación y la faena
¿Ve usted aquellos hombres que descargan carbón? Yo también lo hice. Yo también descargué carbón de los barcos anclados en La Boca. Mis hombros saben cómo los encorva aquella faena prolongada bajo un sol calcinante. Eso era trabajar para poder trabajar más; me empleaba como descargador una semana para poder pintar la semana subsiguiente.
La dedicación perpetua que un hombre le da a su negocio, debe ser sostenida con una negligencia perpetua hacia muchas otras cosas.
Mi trabajo es a dedicación plena