La casa, dios mío, rodeada de petreles sobre el acantilado y los vapores del océano, de portones batidos por el viento y cortinas en pedazos, con el anuncio hotel central en semicírculo en la fachada y los tres de la policía secreta, siempre de negro, con el brazo en alto al modo nazi, que bebían, en la salita de estar, la malta de la mañana.
En María se realiza plenamente el Evangelio. Ella es la primera cristiana, anuncio y don de Cristo su hijo, plenitud de beatitudes, imagen perfecta del discípulo de Jesús.
Las bebidas no son sólo alimentos. Desempeñan, desde siempre, un papel estimulante, de instrumentos de evasión; a veces, como ocurre entre ciertas tribus indias, la embriaguez llega incluso a ser un medio de comunicación con lo sobrenatural.
La fotografía es más que un medio para la comunicación efectiva de ideas. Es un arte creativo.