El camino más breve para enriquecerse es menospreciar las riquezas.
Es cobardía menospreciar la vida, y esfuerzo resistir a grandes desgracias.
La paciencia es una virtud, excepto cuando se trata de apartar los inconvenientes
Pero los años me han enseñado que no se convence más que a los convencidos. Pretender apartar a las gentes de sus gustos, de sus inclinaciones naturales, para acercarlas a nosotros, es tan estéril como renegar de nosotros mismos para borrar la distancia que nos separa de tal o cual ser.
Aconsejar a otros, y desatender su propia seguridad, es insensato.