Es buena como hipnótico y sedante y también alivia a los que se han intoxicado de filosofía.
La risa es un tranquilizante sin efectos secundarios
(...) un entrenador omnipotente, omnipresente y malasangre, un quejica que acusa a otros siempre, un individuo dictatorial, ensuciador y enredador, soporífero en sus declaraciones, nada inteligente, mal ganador y mal perdedor, y que, como dijo Di Stéfano, hace que el Madrid juegue como un ratón mientras el Barça juega como un león.
Cualquier músico que diga que está tocando mejor porque anda en la droga es simple y llanamente un mentiroso... Puedes perderte los años más importantes de tu vida, los años de posible creación.
Que droga dura es la soledad que no te deja sostener los ojos fijos en el televisor ni el mundo bajo tus pies.