El uso del mantenimiento de la paz por la comunidad internacional, en búsqueda de intereses comunes, debe ser verosímil y legítimo. Una fuerza creíble sin legitimidad puede tener resultados inmediatos, pero no disfrutará del apoyo internacional a largo plazo.
La ley es la prescripción de la razón, ordenada al bien común, dada por aquel que tiene a su cargo el cuidado de la comunidad
Un memorable discurso de Ortega en una memorable madrugada echó por tierra el proyecto de república federal que patrocinaba la mayoría como fórmula constitucional en 1931. Ortega argüía: la federación puede y debe ser fórmula para unir lo que no está unido, no para articular lo que tiene ya siglos de unión.
No heredamos la tierra de nuestros antepasados. La legamos a nuestros hijos.