Una doctrina hoy excelente puede resultar un anacronismo dentro de pocos años, fuerza de no evolucionar y de no adaptarse a las nuevas necesidades. Por eso hemos puesto, como primera tarea para la Escuela, el desarrollarla, terminarla y después mantenerla al día, para adaptarla a la evolución.
El hombre fue creado con una individualidad propia y dotado de todos los atributos indispensables para evolucionar por sí mismo hacia un fin superior.