A la derecha se hallaban las teas, alineadas ante las ruinas de un palacio inmenso, cuyos muros se hallaban cubiertos de distintas figuras; al frente se veían las gigantescas estatuas de cuatro animales, mezcla de grifo y leopardo, que inspiraban espanto.
El negocio del cine es macabro, grotesco: es una mezcla de partido de fútbol y de burdel.