Hay quien se extraña de que por lo común los ricos sean avaros. Y, sin embargo, si no hubieran sido avaros cuando eran pobres, no hubieran llegado a ricos. El procedimiento que conserva es el mismo que cría. Para encontrar generosidad es preciso dirigirse a los pobres consuetudinarios o a los salteadores de caminos.
El buen procedimiento consiste en ser en todo sincero y conformar el alma con voluntad universal, esto es, hacer con los demás lo que yo deseo que ellos hagan conmigo.