Hicimos música en las super-quadras de Brasilia, en casa, en las universidades. Era un tiempo más creativo, más ingenuo, donde la gente si estuvo más divertida.
Con frecuencia solemos caer en la trampa de considerar nuestro, frente a lo nuevo, aquello que tenemos desde hace tiempo aunque, en su origen, nos viniese tan de fuera, nos fuese tan extraño como lo nuevo de ahora.