¡Cataluña y el País Vasco, el País Vasco y Cataluña, son dos cánceres en el cuerpo de la nación! ¡El fascismo, que es el sanador de España, sabrá como exterminarlas, cortando en la carne viva, como un decidido cirujano libre de falsos sentimentalismos!
Si no hubiera sido por la guerra, no valoraría la paz. Si no hubiera sido por el dolor, no conocería el poder sanador del amor. Si no hubiera sido por el odio, nunca habría aprendido a perdonar. Si no hubiera sido por el encarcelamiento, no valoraría la libertad. Si no hubiera sido por la vida en necesidad, no valoraría todo lo que tengo. Si no hubiera sido por miedo, no valoraría la paz
La vida es una enfermedad; el mundo un gran hospital, y la muerte, el médico que nos cuida a todos
De nuevo empezaron los lamentos desgarradores, los típicos gritos hidro-cefálicos, a cuya impresión dolorosa sólo el médico es capaz de resistir, precisamente porque los reconoce como un fenómeno típico. Lo típico deja frío, sólo lo individual es capaz de trastornarnos. Así se explica la ecuanimidad de la conciencia ante el dolor.